Orquesta Sinfónica Nacional y el Coro Sinfónico Universidad de Chile presentan la Misa n.° 17 en do menor

Como ya es tradición, la Orquesta Sinfónica Nacional de Chile y el Coro Sinfónico Universidad de Chile preparan un concierto especial en el marco de una de las celebraciones más significativas del mundo cristiano: Semana Santa. En esta ocasión, los elencos presentarán la monumental Misa n.° 17 en do menor, K.V. 427, también conocida como “La grande”, obra cumbre del genio austríaco Wolfgang Amadeus Mozart.

El programa contempla funciones en el Teatro Universidad de Chile los días viernes 11, martes 15 y jueves 17 de abril. Además, como parte de su compromiso con la descentralización cultural, la Orquesta y el Coro se trasladarán el sábado 12 de abril a la ciudad de Valparaíso para ofrecer un concierto en el Aula Magna de la Universidad Técnica Federico Santa María, llevando esta magnífica pieza de la música clásica a un público más amplio.

La obra y su contexto histórico

La Misa en do menor fue compuesta en Viena en 1782, en un periodo en que Mozart se encontraba profundamente inmerso en el estudio de los grandes maestros del Barroco: Johann Sebastian Bach y Georg Friedrich Händel. Fue presentada al año siguiente en la Iglesia de San Pedro en Salzburgo, en un contexto donde el compositor buscaba fusionar el rigor del contrapunto barroco con la claridad y elegancia del clasicismo.

Esta obra posee características únicas que la hacen especialmente relevante dentro del repertorio sacro. A pesar de ser una obra inacabada —situación que no era infrecuente en la producción de Mozart debido a sus múltiples encargos y compromisos— la Misa n.° 17 es considerada una de las más grandiosas creaciones de su catálogo litúrgico.

Su estructura y lenguaje musical revelan el profundo conocimiento de Mozart sobre las técnicas compositivas barrocas, al mismo tiempo que expresa con maestría el lirismo, la expresividad y la sensibilidad propias del período clásico.

Una experiencia sonora majestuosa

El director del Coro Sinfónico Universidad de Chile, Juan Pablo Villarroel, destaca la relevancia de esta obra dentro del repertorio coral-orquestal:

“Se trata de una de las obras más célebres del compositor con una gran influencia del contrapunto de Bach y Händel. Utiliza en varias secciones doble coro, lo que le da una majestuosidad impresionante. A pesar de estar inacabada es una obra de grandes dimensiones para su época. Mezcla constantemente la típica homofonía clásica con el contrapunto barroco, algo muy típico de Mozart. Es una obra de una belleza incomparable”.

Este juego entre la homofonía —donde las voces avanzan en bloque— y el contrapunto —donde cada voz desarrolla un discurso melódico independiente— aporta una riqueza sonora que convierte a esta misa en una experiencia inmersiva y conmovedora, especialmente adecuada para una fecha como Semana Santa.

La importancia de la música sacra en Semana Santa

Semana Santa ha sido tradicionalmente un espacio para la reflexión espiritual, la contemplación y la expresión artística. La música sacra, con su carácter solemne y emotivo, ocupa un lugar privilegiado en estas celebraciones.

La interpretación de la Misa en do menor de Mozart en este contexto no solo responde a una tradición artística de excelencia, sino que además permite a los asistentes vivir una experiencia estética que trasciende lo religioso, conectando con lo espiritual desde una perspectiva universal.

Un legado que se mantiene vivo

La labor de la Orquesta Sinfónica Nacional y el Coro Sinfónico Universidad de Chile en la difusión del patrimonio musical no solo en Santiago, sino también en regiones, es un claro ejemplo del compromiso con la cultura y el acceso democrático a las grandes obras de la humanidad.

Este ciclo de conciertos, más allá de su indiscutible valor artístico, se convierte en un espacio de encuentro, memoria y espiritualidad, donde el público podrá sumergirse en una de las obras más sublimes de Wolfgang Amadeus Mozart, un compositor cuya música continúa emocionando y conmoviendo a generaciones enteras desde hace más de dos siglos.

La invitación está hecha: vivir la Semana Santa de la mano de la música inmortal de Mozart es una oportunidad única para quienes buscan un momento de conexión con el arte, la historia y la belleza universal.